La mañana del 17 de abril de 2016, a horas del terremoto que afectó a la costa ecuatoriana y que dejaría más de 650 fallecidos y 30.000 damnificados, la oficina ecuatoriana RAMA Estudio se asoció con 10 firmas jóvenes para aportar en la reconstrucción del país. Así nació el supracolectivo Actuemos Ecuador.
En el contexto de nuestra cobertura en terreno del TSL Canoa 2017, hemos conversado con Felipe Donoso y Carolina Rodas, cofundadores de RAMA Estudio (junto a Carla Chávez), sobre su experiencia en el proceso ecuatoriano de reconstrucción. "El aporte que se puede entregar como individuo es mínimo y casi imperceptible", dice Rodas, "pero si se unen fuerzas entre colectivos, será algo que más robusto, popular y sostenible en el tiempo", agrega.
En el siguiente artículo abordamos siete lecciones compartidas por Felipe y Carolina. La calma, la planificación y la participación comunitaria han sido claves en un supracolectivo que recientemente ha inaugurado uno de sus proyectos, la Casa Comunal Renacer de Chamanga. ¿Su regla de oro? No vayas donde no te necesiten.
1. Antes de todo: piensa, analiza y planifica
Tras un desastre de una magnitud como lo fue el terremoto de Ecuador, es probable que quieras tomar el primer bus y viajar a las zonas afectadas. Si bien es un primer impulso, las ganas de ayudar no bastan por sí mismas. Carolina recomienda pensar, analizar y planificar, antes de actuar.
Al igual que nosotros, muchos amigos y colegas no sabían cómo afrontar esto. Nos pareció súper necesario organizarnos como equipo y ver cómo podíamos aportar desde lo que sabíamos. A partir de eso empezamos un trabajo colectivo en una organización que llamamos Actuemos Ecuador donde intervienen 10 estudios de arquitectura, 20 profesionales independientes y miles de voluntarios.
Todo el mundo quería dar algo, pero no sabían dónde entregarlo, así que nos lo entregaban. Eso nos generó más problemas y lo que decidimos fue tomarnos el tiempo para pensar, analizar las circunstancias y planificar cómo ayudar de la mejor manera. Creemos que es importante darse el tiempo de pensar bien las cosas antes de actuar. Cuando se actúa sin saber se crean mayores problemas que si se espera y se reflexiona antes de direccionar las ganas.
2. Tras un desastre, todos tenemos las mismas preguntas
El interés por ayudar tras un desastre natural va de la mano de un periodo de incertidumbre. Incertidumbre sobre el impacto de la tragedia, su alcance real y el grado de urgencia en el que realmente se encuentran las ciudades afectadas. Al momento de ayudar, todos tenemos las mismas preguntas. Al respecto, Felipe y Carolina comentan:
Felipe Donoso: El terremoto nos motivó a buscar gente que estuviera haciendo lo mismo que nosotros en ese momento. Fue bueno ver qué estaban desarrollando para no tropezarnos y ser muy críticos y sutiles al momento de decidir cómo, en donde y a quién ayudar. Nos apoyamos en personas con las cuales podíamos trabajar juntos para ayudar a mucha gente que estaba en situación de riesgo y muy vulnerable tras el terremoto.
Carolina Rodas: Al siguiente día del terremoto, el equipo se reunió en un espacio colaborativo que fue diseñado justamente para este tipo de reuniones (Torno Co.Lab). En ese espacio se congregaron no solo amigos, sino también invitamos a más colectivos y personas que quisieran trabajar. En la primera reunión éramos más de 250 personas, entre decanos de universidades, gente de empresas públicas, colectivos de arquitectura y amigos que tenían las mismas preguntas y ganas de ayudar que nosotros. Luego generamos una base de datos de voluntarios que pudieran extender los esfuerzos no a un año, sino a largo plazo.
3. Al momento de actuar, piensa en qué eres bueno (y en qué no estorbas)
Todos conocemos (o deberíamos conocer) nuestras virtudes y fortalezas. Sabemos en qué somos buenos o en qué temáticas tenemos más experticia. Esto es clave al momento de escoger el tipo de ayuda que podrás entregar. Nadie se puede hacer cargo de absolutamente todo en un proceso de reconstrucción.
Felipe Donoso: Actuemos Ecuador fue fundado entendiendo tres preguntas (“¿en qué soy bueno?”, "¿en qué no estorbo?" y "¿en qué soy eficiente?"). Fue clave pensar en la mejor postura posible para construir un grupo donde nadie era experto en esas problemáticas.
Carolina Rodas: Es chévere que tras una semana de fundar la organización ya teníamos 3.500 voluntarios entre arquitectos, ingenieros, sociólogos, antropólogos, abogados y diseñadores. Eso ha ayudado para las diferentes obras que hemos levantado. Por medio de mailing, llamados telefónicos y una base de datos ya organizada, nosotros podíamos hacer una convocatoria específica, de acuerdo al perfil que se necesitara. Esto no fue solo algo muy bueno para Actuemos Ecuador como tal, sino también para algunas empresas públicas que nos llamaban y pedían 200 ingenieros o necesitaban a tal persona.
4. No vayas donde no te necesiten
Para obtener resultados satisfactorios en un proceso de reconstrucción, la comunidad debe participar de forma activa. Pero antes que eso, se debe tener claro que la necesidad va cambiando de caso en caso y a veces los arquitectos entorpecemos los procesos al no analizar correctamente las prioridades. Carolina comenta:
Al mes de trabajo, Actuemos Ecuador ya tenía una metodología de trabajo y reglas de juego súper claras. Primero: no vamos donde no nos necesitan. Y cuando vamos, se diagnostica desde lo que vivimos en el espacio con la gente. Tampoco pretendemos llegar a lugares donde no hay procesos comunitarios. Tiene que ser comunidades que se organicen, con una necesidad puntual y una capacidad real de recuperación. Nuestro apoyo es justamente a ese grupo de gente. Hay un compromiso igualitario y equilibrado, donde Actuemos Ecuador trabaja con el mismo interés que con el que trabaja la comunidad.
5. No asumir la necesidad
Hay un considerable trecho entre la información previa que recibes sobre un caso y el análisis que realizas cuando visitas los lugares afectados. Para Actuemos Ecuador fue clave diagnosticar las necesidades en terreno. En ese sentido, Felipe explica:
Entendimos que la mejor forma de dar una ayuda era entender exactamente lo que estaba pasando. La información se distorsionaba cuando te decían “se necesita esto”, “esto pasó en tal sito”, “hay que construir vivienda” y muchas veces que al momento de ver un terreno la situación era totalmente diferente. Por lo tanto, una metodología que se llevó a cabo en una primera visita a la costa fue ir personalmente a los sitios, entender la situación y sacar información verídica, Con eso podíamos dar una respuesta puntual y sin tratar de imponer nada extraño. Ser un apoyo a la gente que estaba ahí.
6. Ayuda, pero no seas asistencialista
Felipe y Carolina reconocen que al momento de dialogar en las ciudades afectadas por el terremoto, a menudo la comunidad esperaba por parte de los profesionales un actitud asistencialista. Un buen ejemplo para evitar esos escenarios es el el mecanismo desarrollado por Actuemos Ecuador al momento de asignar recursos. Carolina explica:
Si la gente espera que se les dé algo, el equipo se retira porque no queremos ser asistencialistas, sino generar una relación de "dar-dar". Los recursos que nosotros entregamos fueron otorgados por muchas empresas, eventos y grupos civiles para temas puntuales. Los fondos que entregamos no son el total de la obra, sino la mitad. La otra mitad proviene de la comunidad.
Este sistema funcionó bastante bien porque la comunidad se compromete más en la construcción, la gestión de material, y de cierta manera, se sienten parte del proyecto desde el comienzo. Ya no lo ven como otro equipo que vino a regalar algo.
7. La unión hace la fuerza
Actuemos Ecuador fue una de las respuestas civiles inmediatas ante el terremoto de 2016 y su posterior proceso de reconstrucción. En esa línea, Carolina y Felipe destacan el valor de actuar en conjunto, por sobre el arrojo individual.
Carolina Rodas: Algo que hemos hablado como equipo es que la magnitud de un desastre es tan grande que en solitario el aporte que se puede entregar es mínimo y casi imperceptible, pero si se unen fuerzas entre colectivos de una manera organizada, posiblemente no solo será algo sostenible en el tiempo, sino también más robusto y popular.
Felipe Donoso: Uno se desespera por ayudar rápido y lo peor que se puede hacer es ayudar y dejarlo ahí. La continuidad, el constante apoyo y la generación de vínculos son fundamentales porque son lo que genera una acción y construcción mucho más consistente y duradera.